Se puede hacer una clasificación
de los diferentes tipos de lecturas respecto a la dificultad del contenido y a
los propósitos que persiga el lector:
Según el contenido
- Lectura fácil: informativa o de entretenimiento con vocabulario familiar.
- Lectura normal: literatura con vocabulario más rico, información propia de la profesión, etc.
- Lectura difícil: textos técnicos especializados, con datos, razonamientos complejos, etc.
Según el propósito
- Para dominar la información y el contenido, que suele ser cuidadosa, lenta y repetida.
- Explorativa, a modo de rastreo de libro a fin de tener una visión general del mismo.
- La de repaso, a modo de lectura rápida del libro con el que ya estamos familiarizados.
- La lectura crítica; leer para enjuiciar.
- Lectura de entretenimiento.
- Lectura de corrección, cuando se presta atención meticulosa a la ortografía, puntuación y estructura de las oraciones.
Por dónde empezar a leer un libro
- Título: puede describir el contenido.
- Nombre del autor: nos puede dar idea de sus capacidades y posición que mantiene.
- Contraportada: la editorial suele dar a conocer algo sobre el libro en este lugar.
- Datos técnicos de la edición: dónde y cuándo se publicó, si es original y cuantas ediciones.
- Prologo: suele opinar un experto sobre el trabajo del autor.
- Presentación: proporciona datos sobre el autor y sus trabajos.
- Introducción escrita por el autor: nos hace entrar en el tema tratado.
- Índice de materias: nos da una idea de la estructuración del contenido.
- Subtítulos: los encontraremos al hojear las páginas de libro, complementan el índice.
- Notas al pie de página: hacen referencia a fuentes y autores.
- Ilustraciones, gráficas, tablas etc.: valiosas para explicar puntos difíciles.
- Resúmenes: repiten en pocas palabras lo más importante del capítulo.
- Índices analíticos: revelan en una ojeada el trabajo empleado en la redacción del libro.
- Glosarios: útiles para familiarizarse con la terminología especializada.
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